Luis Caputo: la pelea con el FMI, el déficit fiscal y la economía que vendrá

Hace un mes, El Cronista publicó un podcast sobre "La deuda y el vínculo de la Argentina con el FMI". Luis Caputo fue uno de los entrevistados. Dado el interés que generaron las declaraciones editadas en forma parcial, se reproducen aquí con mayor extensión.


En pocos días comienza el gobierno de Javier Milei y se reconfigura el escenario político. Dentro de su gabinete, hay un jugador conocido que volvió a la escena después de haber ejercido un cargo de similar protagonismo hace cuatro años: Luis Caputo.

El 27 de septiembre pasado, un poco más de un mes después de las PASO, El Cronista entrevistó al ahora futuro Ministro de Economía para el especial La Deuda: un podcast sobre el vínculo de la Argentina con el FMI, donde se hace un recorrido histórico con voces protagonistas y analistas acerca de la relación con el organismo.

Caputo dio definiciones y análisis, algunos de los cuales, en los últimos días, recogieron interés público y fueron reproducidos extractados del podcast, que fue publicado en plataformas el 1° de noviembre.

Dado ese interés es que transcribimos aquí algunos de los conceptos allí vertidos, así como los audios incluidos en el podcast.

Luis Caputo tiene 58 años y en los últimos años desarrolló una consultora que produce reportes económicos y análisis financieros y asesora inversiones. Trabajar en el mundo de las finanzas fue, según Caputo, un accidente. "Todos en mi familia son emprendedores, soy el primero que se recibió. Tiré curriculum, entré a trabajar en un banco y arranqué", cuenta. 

En su oficina -un estudio luminoso ubicado en Palermo- quien ahora será ministro de Economía recibió a El Cronista relajado, pero con intenciones de ir a fondo con los eventos que llevaron a la Argentina a volver a la órbita del Fondo Monetario Internacional. Y de responder a la mirada que por esos días había planteado el ex director del departamento Hemisferio Occidental del FMI, Alejandro Werner, entrevistado para el podcast.
"Fue una sorpresa cuando Macri me convocó, yo ni lo conocía, lo había visto dos veces. Siempre tuve una enorme vocación pública. Hubiese trabajado con cualquier presidente que me hubiera llamado. Si me hubiera llamado Néstor como pasó con Prat Gay, hubiese trabajado sin problema", comentó.
A comienzos del año 2018, los funcionarios del equipo económico de Macri se encontraban en una debacle: ante un escenario de sequía, falta de financiamiento externo y déficit, hubo que pensar alternativas sobre el camino a seguir.
-¿Cómo tomaron la decisión de ir al Fondo?

-Juntos por el Cambio heredó un déficit muy grande. En ese momento se decidió reducir el déficit de manera gradual y pensamos generar las condiciones para acelerar el cierre del déficit con crecimiento económico. Con el diario del lunes, eso no salió, pero con el diario del viernes no era descabellado pensar eso. Para el 2017, poco y nada de esto se había dado. Entonces, ya para esa época, le dije al Presidente: "Mirá, no se dio el escenario que estábamos pensando, habría que pensar un plan B porque puede ser que en algún momento nos quedemos sin financiamiento". En 2018, parte por la sequía, la suba de tasas en Estados Unidos, parte por errores propios como el 28D, se empezó a originar un proceso de caída de la demanda de dinero, es decir pérdida de confianza y dijimos "es hora de ir al Fondo".

-¿Se podría haber evitado recurrir al FMI?

-Está la teoría de si se podría haber no ido. Sí, se podría haber no ido, yo creo que el error o el problema no fue haber ido. El problema después es que se diseñó un acuerdo que no funcionó.

-¿Cómo fueron las conversaciones con el Fondo?

-El Fondo partía de la base de que, dado que la situación de la Argentina no era tan grave y que ellos poniendo una ficha grande de u$s 50.000 millones, su interpretación es que desde el lado financiero todo se iba a arreglar simplemente con eso, que el dólar se iba a planchar o iba a caer y que la Argentina inmediatamente iba a recuperar el financiamiento en los mercados. El Fondo no quería que el BCRA pudiera intervenir en el mercado cambiario. Les dije "esto no va a funcionar y va a pasar lo opuesto a lo que el Fondo cree: el dólar se va a ir a $ 29 y vamos a perder financiamiento". El mensaje que se daba al mercado, en vez de ser de calma, era de mayor incertidumbre. Bueno, eso llegó al Fondo, nadie quería escuchar esta parte, más porque me decían despectivamente "trader".
-¿Cómo percibía Macri esta situación?

-Macri estaba muy preocupado. Hicimos una conferencia con él y (Christine) Lagarde junto a (Nicolás) Dujovne. Lagarde insistía en que todo iba a salir bien y yo le expliqué que el programa cambiario y financiero iban a superar negativamente el ajuste fiscal, y le dije que en dos semanas el dólar se iba a ir a $ 29. En un momento, Lagarde dice "si pasa eso y el dólar se va a $ 29 revisamos el acuerdo". Yo me quedé cero tranquilo y le insistí al Presidente que no firmara el acuerdo. Le dije a Federico (Sturzenegger) "Fede no firmes eso, te vas a ir en dos semanas si lo firmás".
-Alejandro Werner dijo que había mucha interna sobre este tema.

-El programa sólo empezó a funcionar diez meses después, cuando el FMI reconoce este error, tira la toalla y le devuelve la discrecionalidad al BCRA. Había dos teorías. La del Fondo que era A, y la mía que era Z. Se firma el acuerdo y pasa lo que yo había dicho: en dos semanas el dólar se fue a $ 29 y Sturzenegger se tuvo que ir. Entonces yo pensaba ¿Qué estamos discutiendo?

-¿Qué pasó cuando le dijeron de ir al BCRA?

-Cuando se va Federico, me llama Macri a casa, 6 o 7 de la mañana, atiendo y me dice: "Fede se va, tenés que ir al Central". Le digo: "no, me estás matando. El problema era el acuerdo, cualquiera que vaya al Central le va a pasar lo mismo, porque firmaste un acuerdo que estaba mal". Me dijo: "Te entiendo, pero nadie quiere agarrar. Además, acordate que Lagarde nos prometió que si el dólar se iba a $ 29 revisamos el acuerdo". Yo no entré en pie de guerra con el Fondo, el Fondo entró en pie de guerra conmigo.

-¿Qué piensa cuando dicen que las metas del acuerdo de 2018 no eran realistas?

-Había cosas que había que corregir, pero en ese sentido el Fondo no estuvo mal. Cuando llegue al Central quería corregir dos o tres cosas, que se corrigieron. Está el mito de que hubo una mega emisión cuando yo estuve al frente del Central, lejos de eso, lo primero que dije fue "ante la imposibilidad de vender dólares, cerremos las canillas". El mercado se calmó por dos meses. Durante mi mandato no se emitió un solo peso.
-¿Para qué se usó la plata del FMI? ¿Por qué se dice que hubo "bicicleta financiera"?

-Eso es un relato kirchnerista. La plata del Fondo iba a refinanciar los vencimientos que iban cayendo porque sabíamos que no íbamos a tener ese refinanciamiento en el mercado. Financieramente era conveniente porque la tasa a la que refinanciábamos era la tasa del Fondo, que era una tasa más baja que la tasa a la que eventualmente hubiéramos podido refinanciar esa deuda en el mercado. O sea, para refinanciar vencimientos y cubrir el déficit, para no caer en default en el mercado. Todo lo demás es cuento.

-¿Qué piensa del acuerdo que se firmó en 2022?

-A este Gobierno (del Frente de Todos) le tocó otro Fondo. Nada de lo que nos pasó a nosotros nos hubiera pasado con este fondo. Kristalina viene de mercados emergentes y hubiera entendido este problema inmediatamente. Hoy mucha más gente entiende, en gran medida gracias a los liberales, cuál es el verdadero problema en la Argentina: el déficit fiscal. Si el país gasta más de lo que recauda, es lo que llamamos déficit. Dependiendo a quién le pedís ayuda, varían las consecuencias. La Argentina es un país que en los últimos 70 años tuvo déficit. Si te dejan un déficit fenomenal, ¿cuáles son tus opciones? En el 2015 no había un mandato social para ajustar el déficit.

-¿Por qué emitieron un bono a cien años?

-El plazo en el que vos te endeudas es el plazo donde vos crees que podes hacer un mayor beneficio. Las tasas en las que financiamos a cinco o diez años eran tasas bajas, entonces yo pensaba que en ese momento las tasas estaban muy bajas por las crisis que hubo en el mundo, pero que no iban a estar así para siempre. Me parecía una gran oportunidad porque la combinación de tasa base baja y un riesgo país bajo daba para endeudarse a un plazo más largo. Esa deuda la vas a ir refinanciando. Si Estados Unidos sube la tasa de interés, nosotros ya teníamos una tasa fija.

-¿Por qué no supieron comunicar en profundidad sobre el acuerdo y las acciones que iban realizando?

-Tuvimos un problema serio de comunicación. No comunicamos, comunicábamos mal, no son temas fáciles de entender, te chicanean. Creo que fue un error lo de "no hay que explicar". Lo demostró Milei, quien logró poner en el centro de la escena los temas que son importantes. Si hubiera sido por nosotros la gente seguiría sin entender nada, hoy definitivamente hay un debate mucho mejor. Son temas fáciles de confundir, pero la educación financiera es un tema central y en ese tema fallamos en su momento.



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